para comenzar las clases...

A los profesores :

Tienes el deseo de transmitir y la pasión por enseñar.
Quieres enseñar a leer y dibujar a los niños, enseñar historia, matemáticas, educación física o electrónica, a los adolescentes. Es por eso que te volviste profesor... o te vas a volver uno.
No para quedarte sin energía ni para imponer disciplina. No para caerte, quebrarte, con reformas ministeriales contradictorias y con instrucciones oficiales esotéricas. Ni para tratar desesperadamente de eliminar las brechas de una sociedad enteramente consagrada a la diversión y al individualismo.
Así, ciertas veces te cuestionas si no te equivocaste de profesión. O si no te hicieron equivocarte!
Quisiera convencerte que no es así. Que no existe contradicción entre tu proyecto personal y las exigencias de la Escuela de la Republica, la democracia. Quisiera mostrarte que puedes investirte totalmente en la transmisión de saber y asumir al mismo tiempo, la dimensión política de tu trabajo. Ya que esto está en el corazón mismo del enseñar en el que se juega la educación del ciudadano y en el que se construye una sociedad democrática.
Para los jóvenes profesores y para los otros también... para todos los que se preocupan por el futuro de nuestra escuela, institución; no he querido eludir ninguna cuestión y me sitúo allí, en el hoy, donde las tensiones están a flor de piel, donde las tensiones nos recuerdan que hay vidas.

Adaptación de una carta de Philippe Meirieu
Diciembre 2006